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¿Puedes identificar tu estado emocional ahora, en este momento, mientras lees este artículo?

– Felicidad

– Bienestar

– Malestar

– Infelicidad

¿Hacía cuánto tiempo que no te preguntabas cómo te sientes?

A lo largo del día solemos pasar varias veces por todos estos estados, la mayor parte de las veces, de manera inconsciente, no prestamos atención a las emociones que nos provocan las cosas que hacemos, las situaciones que vivimos, salvo que la acumulación de emociones similares, o la intensidad de  las mismas nos lleven a situarnos en posiciones extremas: Si es la tercera vez que me  felicitan por el trabajo bien hecho hoy, probablemente me sienta genial, me sienta feliz, si es la tercera vez que me echan la bronca hoy, probablemente me sentiré fatal, tendré un sentimiento de infelicidad; si me acaban de comunicar que me han subido el sueldo, probablemente me sentiré genial, sentiré felicidad,  si me acaban de comunicar que me acaban de despedir, lo más probable es que me sienta fatal, que me sienta infeliz.

Las emociones cumplen una función adaptativa, nos ayudan a prevenir aquello que nos perjudica, nos alejamos, huimos de ello (miedo, infelicidad) y a replicar aquellas conductas que nos benefician (amor, felicidad). Sin embargo, en este constante pulso al miedo, corremos el riesgo de poner el foco sólo en aquello que nos hace daño y de olvidarnos de aquello que nos proporciona bienestar y nos hace felices. Por el contrario, también corremos el riesgo de, en esa búsqueda de la felicidad plena, pasar por alto las pequeñas cosas de cada día que nos haces sentir bien. Cada uno debe buscar sus pequeñas o grandes cosas que cada día le hacen sentir bien.

Las emociones forman parte del funcionamiento “irracional” del cerebro, no se puede decidir cómo te van a afectar las cosas, sin embargo, poner nombre a cómo te hacen sentir, te permitirá entender por qué te sientes así, y a conectar el funcionamiento irracional del cerebro con el funcionamiento racional, lo que te va a ayuda a alcanzar el equilibrio necesario para lograr tu bienestar.

Uno de los problemas en la búsqueda de la felicidad, es precisamente la definición de felicidad y lo que representa para cada persona. En el imaginario colectivo de la felicidad en un entorno personal, podemos ver imágenes de familias saltando y corriendo descalzos por verdes prados salpicados de florecillas de colores, vestidos de pulcros blancos deslumbrantes y acompañados de un perfecto y reluciente cachorro de perro. Otra imagen que nos puede venir a la cabeza cuando imaginamos la felicidad en el trabajo, puede ser la de un equipo de gente joven y atractiva, con impecable indumentaria, celebrando una animada reunión en la que saltan chispas de buena sintonía por ese proyecto que seguro va a ser un éxito.

Sin embargo, nuestra realidad probablemente no se parece en nada a la del imaginario colectivo, cuando vamos al campo con la familia siempre está lleno de incomodos insectos, si se te ocurre descalzarte la mullida hierba de lo imaginado se convierte en el mejor de los casos en cardos borriqueros o puntiagudas piedrecitas que te destrozan los pies, además,  nuestro perro se escapará detrás de otros animales, se revolcará en el primer charco de barro que haya para plantarnos las patas en nuestra ropa blanca, que nunca fue tan blanca como la que nos imaginamos, porque se queda amarillenta o grisácea después de estrenarla, por no hablar de la de nuestros hijos, que cuando no tiene barro, tiene verdín, tomate chocolate o vete tú a saber qué… ni que decir tiene que el elenco de atractivos equipos de trabajadores de anuncios de revistas o películas en nada se parece a los que tenemos en nuestros trabajos reales, ni todos somos tan jóvenes, ni tan atractivos, ni tan bien vestidos y el ambiente de las reuniones que empiezan cordiales, en más de una ocasión, terminan con cruce de miradas, que si pudieran matarían…

Tal vez la realidad de cada uno de nosotros no sea ni la idílica, ni la del extremo opuesto, solo cada uno de nosotros conoce cuál es la suya. Pero que la realidad no se parezca en nada a la imaginaria, no quiere decir que no seamos felices, que no nos encontremos bien y que seamos capaces de disfrutar mucho de nuestras oportunidades y nuestra realidad. Esta divergencia entre imaginación y realidad, sólo quiere decir, que necesitamos identificar, reconocer, tal vez fotografiar y valorar cuál es cada una de nuestras realidades, aquellas que nos hacen disfrutar y aquellas que nos alejan del disfrute y nos hacen sufrir. Para ello necesitamos hacer un sencillo trabajo de introspección.

Para facilitar el proceso de racionalización e introspección usaremos la escala de estados que hemos utilizado al principio de este artículo y pondremos tres situaciones, cosas o personas que nos hacen estar en cada uno de ellos en el contexto laboral y en el contexto personal. No es tarea sencilla, hay que esforzarse, seguro que hay situaciones para todas ellas, tómate tu tiempo y encuéntralas.

Ámbito laboral:

– Tres cosas, personas, situaciones, tareas que me hacen sentir “felicidad”:

– Tres cosas, personas, situaciones, tareas que me hacen sentir “bienestar”:

– Tres cosas, personas, situaciones, tareas que me hacen sentir “malestar”:

– Tres cosas, personas, situaciones, tareas que me hacen sentir “infelicidad”:

Ámbito personal:

– Tres cosas, personas, situaciones, tareas que me hacen sentir “felicidad”:

– Tres cosas, personas, situaciones, tareas que me hacen sentir “bienestar”:

– Tres cosas, personas, situaciones, tareas que me hacen sentir “malestar”:

– Tres cosas, personas, situaciones, tareas que me hacen sentir “infelicidad”:

Aquellas que te hacen sentir “malestar” o “infelicidad” trata de sustituirlas, evítalas, si no es posible, acéptalas, asume que son y no les prestes más atención que la estrictamente necesaria. Estas con las que sientes “felicidad” o “bienestar” y saboréalas, disfrútalas, recréate en ellas, conociendo las que te hacen sentir mal, pon en valor estas que te hacen sentir tan bien.

¿Puedes identificar tu estado ahora, al terminar de leer este artículo?

– Felicidad

– Bienestar

– Malestar

– Infelicidad

¿Hacía cuánto tiempo que no te preguntabas cómo te encuentras? Tan solo unos minutos ¿verdad? Practica la reflexión en cada momento y disfruta de tus momentos de bienestary felicidad”.

Autora: 

Valle Molinero Balseiro
Licenciada en psicologia industrial y experta en programas en gestión del estrés y la ansiedad

Número de colegiado: M- 33177