El cáncer es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. Aunque algunos factores de riesgo, como la genética y la edad, no se pueden cambiar, existen medidas que todos podemos tomar para reducir el riesgo de desarrollar cáncer y mejorar nuestra salud en general.
La International Agency for Research on Cancer (IARC) estimó que en el año 2020 se diagnosticaron aproximadamente 18,1 millones de casos nuevos de cáncer en el mundo y que dicha cifra aumentará en las dos próximas décadas hasta los 28,0 millones. Sin embargo, sabemos que la pandemia de la Covid-19 ha afectado al número de diagnósticos de cáncer en muchos países, por lo que probablemente el número real de cánceres diagnosticados en 2020 fue menor.
El número de cánceres diagnosticados en España en el año 2024 se estima que alcanzará los 286.664 casos según los cálculos de REDECAN, lo que supone un ligero incremento con respecto al año 2023.
Los cánceres más frecuentemente diagnosticados en el mundo en el año 2020 fueron los de mama, pulmón, colon y recto, próstata y estómago, todos ellos con más de un millón de casos.
En hombres, serán mayoritarios los cánceres de próstata, colorrectal y pulmón, y en mujeres, los de mama, colorrectal y pulmón.
Descienden los casos de cáncer de pulmón y vejiga urinaria en hombres debido a la reducción del consumo de tabaco, sin embargo en mujeres la incidencia de cáncer de pulmón en 2024 casi se triplica respecto a 2003.
La supervivencia de los pacientes con cáncer de España es similar a la de los países de nuestro entorno. Se estima que se ha duplicado en los últimos 40 años y es probable que continúe aumentando en los próximos años gracias a los nuevos tratamientos y a una mayor implantación de los cribados.
La mortalidad por cáncer en España ha experimentado un fuerte descenso en las últimas décadas. Estas tendencias reflejan las mejoras en la supervivencia de los pacientes con tumores debido a las actividades preventivas, las campañas de diagnóstico precoz, los avances terapéuticos, y, en hombres, la disminución de la prevalencia del tabaquismo.
FACTORES DE RIESGO
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre un 30% y un 50% de los casos de cáncer son evitables. Para ello, es necesario reducir los factores de riesgo y aplicar estrategias preventivas de base científica.
Tabaco, alcohol y obesidad continúan siendo algunos de los factores de riesgo más importantes y evitables relacionados con el cáncer.
Alrededor de 1/3 de las muertes por cáncer son debidas a los cinco factores evitables más importantes, incluyendo el tabaco, las infecciones, el alcohol, el sedentarismo y las dietas inadecuadas (insuficiente cantidad de fruta y verdura).
En la tabla se presenta casos de cáncer, atribuibles a estos factores de riesgo evitables.
MEDIDAS PREVENTIVAS
El ejercicio físico es un pilar fundamental en el estilo de vida saludable, y existe evidencia consistente sobre la asociación entre el ejercicio físico y la reducción en la incidencia y mortalidad por cáncer.
Se estima que el ejercicio físico podría reducir hasta un 30% el riesgo de cáncer de mama, colon, vejiga, endometrio, esófago y estómago, y casi el 20% el riesgo de mortalidad específica por cáncer.
Los datos más sólidos hasta la fecha se centran en cáncer de mama y cáncer colorrectal, pero parece que este beneficio se extiende a otros tumores como el cáncer de próstata y pulmón.
El ejercicio físico ha demostrado mejorar la calidad de vida y reducir los efectos secundarios derivados de los tratamientos, al mejorar la capacidad cardiorrespiratoria de los pacientes, producir una reducción de la fatiga y mejorar la percepción de salud por parte del paciente.
Estas medidas pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer y promover una vida más saludable en general:
Deja de fumar y evita el tabaquismo pasivo
– Limita el consumo de alcohol
– Mantén una dieta saludable
– Mantén un peso saludable
– Haz ejercicio regularmente
– Protégete del sol y evita las camas de bronceado: La exposición excesiva al sol aumenta el riesgo de cáncer de piel.
– Vacúnate según las recomendaciones: Las vacunas contra el VPH y la hepatitis B pueden prevenir algunos tipos de cáncer.
– Limita la exposición a carcinógenos ambientales: Evita la exposición a sustancias químicas carcinógenas en el ambiente laboral y doméstico.
– Realiza chequeos de detección regularmente: Participa en programas de detección de cáncer recomendados según tu edad y sexo.
En conclusión, la prevención del cáncer es fundamental para promover la salud y el bienestar. Adoptar un estilo de vida saludable que incluya hábitos como dejar de fumar, mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y limitar el consumo de alcohol puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar cáncer. Además, es importante protegerse del sol, vacunarse según las recomendaciones y evitar la exposición a carcinógenos ambientales. Realizar chequeos de detección regularmente también es clave para detectar cualquier signo temprano de cáncer y recibir tratamiento adecuado. Al tomar medidas preventivas proactivas, podemos trabajar juntos para reducir la carga del cáncer y mejorar la calidad de vida de las personas en todas partes.
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